BIENVENIDO GUSTAVO PEREZ

Opinión

JEFATURA POLICIAL

Cómo la veo hoy
1203337 I. Roberto Eisenmann, Jr.
opinion@prensa.com

Pasada esta elección y sus resultados, el ambiente nacional se tornó positivo y optimista. Todos sentimos alivio porque el sistema volvió a funcionar, y bien, y el país se salvó de que ganara una opción electoral militarista caótica y amenazante. Lo que se escucha mayoritariamente es “¡de la que nos salvamos!”.

En estas circunstancias, cualquier crítica a los nuevos elegidos y designados produce reacciones negativas inmediatas. Hoy nadie quiere romper el ambiente positivo que existe.

Yo, que soy un optimista casi que incorregible, en general veo bien el gabinete, por ser nuevo y de caras frescas que confieso no conocer.

Hay dos ejes políticos conocidos y positivos: Alberto Vallarino en Economía y sus dos viceministros son el equipo ideal para este momento de crisis mundial; producen confianza por sus conocimientos, creatividad y experiencia. Respecto a José Raúl Mulino en Gobierno y Justicia, es un hombre que nace a la vida política en el civilismo, por lo que esperamos que pueda contener almilitar norieguista que, con muy mal juicio, el presidente electo ha nombrado como jefe de la Policía.

En nuestro país no parece haber nada más difícil que entender la diferencia abismal que existe entre un policía y un militar. Son dos profesiones radicalmente distintas… tan distintas como lo son las de un cirujano cardiovascular y un ingeniero civil.

Lo que nos confunde es que tenemos la tendencia a hablar de “los uniformados” y mezclarlos en un solo guacho… además que la militarización de la Policía –que comenzó con Remón y terminó con Noriega– nos profundizó la confusión.

Para repetir una vez más: a un policía se le entrena para proteger a la ciudadanía a la cual sirve; a un militar se le entrena para matar al enemigo. En el caso de nuestro país –a falta de uno real– los militares terminaron considerando al ciudadano civil como el enemigo.

El policía sabe que sin apoyo de su comunidad, no podrá protegerla eficazmente.

El militar es aislado de la comunidad y mira a los civiles y sus “malditos derechos humanos” como obstáculos a su “trabajo”.

Como matar a otro ser humano es contrario al sentimiento natural del ser humano, el entrenamiento militar se inicia vaciándole la cabeza al recluta para eliminarle los naturales sentimientos humanos y enseñarle a no pensar sino a cumplir automáticamente la orden superior. Recuerdo, en el Parque de los Asesinados (Gallego y Torrijos) donde suelo hacer ejercicio, en tiempos de Noriega durante las corridas de los reclutas de las Fuerzas de Defensa, cantaban “mi madre es una p…, mi padre ma… cón”… y por allí seguían. El objetivo era eliminarle los naturales sentimientos humanos y aislarlos de la familia y la sociedad para convertirlos en máquinas de muerte. ¿Cómo lo sé?... porque hice algo de entrenamiento militar; tengo la vivencia de lo que estoy escribiendo.

Entonces, ¿cuál es el perfil ideal de un jefe de la Policía Civil de un Panamá en el que el ejército fue proscrito por la Constitución, consensuada por todas las fuerzas políticas de gobierno y oposición de aquel momento? ¡No debe ser militar! Puede ser uniformado, preferiblemente uno promovido desde dentro pero graduado de Policía, y hasta podría ser un civil que haya recibido entrenamiento policial. Cumplido lo mencionado, tiene que contar con la confianza absoluta del ministro del ramo y, sobre todo, con la del Presidente de la República, quien es el jefe de toda la fuerza pública.

Las primeras declaraciones del nuevo jefe Pérez son que “trabajará para la tropa” (¿no para la ciudadanía?), olvidando ya el hecho de que se trata de una policía civil, no un ejército. Si se remite a la Constitución, notará que ya no existe “la tropa”. No nos sorprendamos si el día de la toma de posesión se presenta en fatigas camufladas, boina, sus distintivos de las FFDD que lo identifican como paracaidista y otras cosas, y una uzi al hombro para que vayamos sabiendo lo que va a ser “mano dura”.

Estas son algunas de las cosas que deben cambiar en la Policía, pero que de seguro no ocurrirán con un militar al frente de la institución, a menos que José Raúl imponga su civilismo.

1. Eliminar todo vestigio de uniforme militar. Un policía y un SPI no pueden usar fatigas de guerra y pensar que la ciudadanía los va a querer ayudar.

2. Eliminar los grados militares que aún persisten.

3. Eliminar toda función policial que no sea la de proteger a la ciudadanía.

No más policías en las cárceles, las embajadas, las residencias de ministros, etc. o ser alquilados a terceros.

4. Aumentar de verdad los sueldos y dar aumentos automáticos por títulos académicos civiles logrados en universidades.

5. Eliminar toda participación de nuestros policías en la Escuela de las Américas y suspender ya los juegos militares de “protección del Canal”, que es neutral.

6. Prohibir el ingreso a la Policía a graduados de escuelas militares.

7. Subsidiar a la banca privada los intereses de hipotecas residenciales para miembros de la Policía, para que vayan ingresando a la clase media del país.

8. Crear un equipo SWAT en la Policía para emergencias, que esté conformado por policías regulares que, ante un llamado vayan al cuartel SWAT, cambien de uniforme y de armas, atiendan la emergencia y luego vuelvan a sus tareas regulares.

9. Eliminar la AK–47 en manos de policías, y darles las más modernas armas de cintura, la más moderna comunicación y el transporte suficiente.

10. Crear una unidad especializada en combatir el flagelo de la droga.

11. Crear un título universitario de “Ciencias Policiales”, “Criminalística”, “Gerencia Policial”, etc… y facilitarle la educación universitaria a todos los policías.

12. Crear un objetivo genuino en el sentido de que la comprobación de éxito de la Policía se mide basándose en el cumplimiento del objetivo del tiempo–respuesta a un llamado de la ciudadanía. Por ejemplo: atención de llamada urgente = 5 minutos … de llamada normal = 15 minutos… y que todos los días a las 7:00 a.m. el jefe tenga estas estadísticas en su escritorio. Todas las llamadas deben ser grabadas para que la estadística sea válida, y la misma debe salir en la web pública.

11. Evitar rotación en menos de 18 meses para que el policía se conecte a su comunidad y pueda dar seguimiento aprogramas como el devecinos–vigilantes.

Finalmente, el jefe máximo de la Policía, el Presidente de la República, debe supervisar personalmente el cambio para que la institución sienta su apoyo continuo. La seguridad pública es prioridad uno. La Policía no se cambiará en solitario. Es una de las mayores responsabilidades que enfrentan el Presidente dela República y su ministro de Gobierno.


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.....por primera vez "NO ESTOY" de acuerdo con el Sr.Roberto E., simplemente, hay que dejar que este señor llegue a su puesto a trabajar, pues los 800,000 y piquillo de pares de ojos que votaron por el cambio se encargarán de hacer la labor de presionar al presidente, si no llegara a servir......que pereza.......lo triste de todo esto es que quienes han votado por el cambio son quienes quieren es mandar en el país.......yo estoy segura que el Sr.Gustavo Perez, va lograr lo que deseamos, "sincho y seguridad al dia"..... y al que no le gustó.....sorry....a trabajar!!!!

Mi querida Grecia01...

Lo que sucede es que LA MATRIX (Alias "La Prensa") no piensa que el triunfo elelctoral sea del señor Martinelli, ni del pueblo panameño... aunque la propuesta del cambio hubiese obtenido del 99.99 % de los votos...

¡SINO DE ELLOS!... EN SU LUCHA HISTÓRICA CONTRA EL PRD....!

¡Ves cómo es la cosa?.... De pavor!!!





Así que máS vale que el Presidente se ponga CUICLI!... con esta gente porque esta es apenas la primera escaramuza... vienen más. Prensolandia ya soltó sus primeros monos aulladores y sus perros y perras de presa... En nada me sorprendería que antes del 1 de julio le suelten un bombazo de 1000 megatones al anunciado jefe de la Polícía... similar al que le soltaron DDD... Aunque si tienen ese tipo de artilleria mas creo que lo dejararn correr un tiempecito y luego ... ¡BOOOM!.... En fin... La guerra está planteada y ya empezó...

Por lo pronto me gusto la respuesta que le dio el Presidente al Prensólogo Mayor... ofreciendole el puesto de Jefe de la Polícia... por aquello que dicen nuestros campesinos y abuelos que "Donde muerde el perro... allí mismo hay que darle el palo... porque si no se engría y sigue mordiendo"...

Pero por otro lado... no creo que LA MATRIX se quede tranquila con esa "ofensa"... que desconoce su aporte e "irrespeta" su poder hegemónico y absoluto sobre cualquier "opo" de este país... en gobierno o fuera de él... Ya veras...

AMANECERA Y VEREMOS... Y EL QUE TENGA OIDOS PARA OIR, QUE OIGA. AMEN.

:!: Bueno... Yo sí... Como ves... LA MATRIX... está en marcha... :?:

"y de la necesidad de cambiar su pasada mentalidad de militar por la del policía que necesita la comunidad".

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José Quintero De León
jquintero@prensa.com

El ministro designado de Gobierno y Justicia, José Raúl Mulino, se enfrenta a un dilema que nunca esperó.

Como civilista que fue, crítico de los riesgos del militarismo, tendrá bajo su mando a un director de la Policía Nacional con formación militar y que participó de las Fuerzas de Defensa del ex dictador Manuel Antonio Noriega.

A la vez, tendrá que fiscalizar la implementación de los cinco decretos ley que promovió el ex ministro Daniel Delgado Diamante.

En 2008, la sociedad civil demandó su derogación por considerarlos un intento de “remilitarizar” el país con la excusa de combatir el crimen y la violencia urbana.

Ayer, en Debate Abierto, programa que conduce Álvaro Alvarado, por Canal 13, Mulino dejó claro que esos cinco decretos ley son ya ley de la República, que, por el momento, no pueden derogarse, y que corresponde a la Asamblea aprobar una ley para eliminarlos.

Sobre el nombramiento de Gustavo Pérez en la Policía Nacional, aseguró que conversó con él durante cinco horas sobre la oportunidad que le ha brindado el Presidente electo, y de la necesidad de cambiar su pasada mentalidad de militar por la del policía que necesita la comunidad.

Angélica Maytín, de la Fundación para la Libertad Ciudadana, indicó que todos esperan que Martinelli y Varela cumplan con el compromiso hecho durante la campaña y soliciten a sus bancadas la derogación de esos decretos.

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Creo que sto se va a poner de pavor...

Aqui está... los "cops" tampoco ibana dejar su futuro profesional en manos del nuevo Robocop mayor....

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‘En la Policía Nacional no hay cúpula’: Troya
José Otero
jotero@prensa.com
El director de la Policía Nacional, Francisco Troya, salió al paso de las críticas que se le hicieron por los recientes ascensos otorgados en la institución, señalando que “en la Policía no hay cúpula ni amiguismo”.

Troya explicó que los 33 ascensos realizados –entre los que se encuentran 16 mayores que pasaron a subcomisionados– fueron por su trayectoria profesional, perfil sicológico estable, superación académica y respeto a los derechos civiles.

“No trabajo en base a amiguismo, sino por méritos”, destacó. Dijo que había 66 aspirantes y todos fueron analizados, desde enero de 2008, por una junta evaluadora que finalmente dio sus recomendaciones.

Los ascensos se realizaron el pasado 15 de mayo.

Troya calificó como una “falta disciplinaria” las declaraciones hechas por el mayor José Collado a algunos medios de comunicación, en las que cuestionaba la forma de realizar estos ascensos. Añadió que Collado puede presentar una reconsideración ante las instancias internas.
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