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Contra los demonios de la información secuestrada

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Mensaje  carlos77 Jue 22 Oct 2009, 13:19

La información secuestrada por los organos oficiales de Cuba, un articulo en el periodico "juventud rebelde" saca a relucir este hecho ya harto conocido por mas de cincuenta años.

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Generación Y es un Blog inspirado en gente como yo, con nombres que comienzan o contienen una "i griega". Nacidos en la Cuba de los años 70s y los 80s, marcados por las escuelas al campo, los muñequitos rusos, las salidas ilegales y la frustración. Así que invito especialmente a Yanisleidi, Yoandri, Yusimí, Yuniesky y otros que arrastran sus "i griegas" a que me lean y me escriban.
La razones de José Alejandro

Nadie conoce mejor los mecanismos de la censura en Cuba que quienes escriben en los pocos periódicos de tirada nacional. La prensa se ha convertido aquí en una profesión escabrosa que obliga a medir los adjetivos, sopesar los temas y esconder muchas veces la opinión personal en aras de conservar el empleo. Es una decisión de vida ser un periodista de los medios oficiales, lo sé, pero también conozco algunos que se han quedado atrapados en los vericuetos de la complicidad, esperando ese día en que puedan escribir lo que piensan.

De aquella redacción del periódico Juventud Rebelde donde trabajó Reinaldo hasta 1988, queda muy poco, pues la mayoría de sus colegas de entonces viven hoy en Miami, México y España. Otros se han retirado de la profesión, desengañados ante la abortada glasnost y los consecutivos llamados a la crítica, que terminaron por ser un cebo para los más atrevidos. José Alejandro Rodríguez sobrevivió a todo eso y lleva su batalla personal en la sesión “Acuse de recibo”, donde publica las cartas de los lectores con sus reclamos e interrogantes. Cada vez que leo su cruzada contra el burocratismo y lo mal hecho, percibo el conteo regresivo que probablemente culminará con su silenciamiento profesional.

Hace unos días, José Alejandro no pudo más. Sacó de sí todo lo que tenía acumulado sobre la “excesiva centralización” a la que está sometida la prensa en esta Isla y condenó el secretismo que rodea las decisiones gubernamentales. En su artículo “Contra los demonios de la información secuestrada” se palpa el verbo de un hombre honesto que todavía cree en la posibilidad de humanizar el actual sistema a través de la transparencia informativa. Discrepo sana y respetuosamente con él, pues lo que se ha desarrollado sobre la base de esconder, condenar y filtrar no puede sobrevivir a la luz clara que emana de un periodismo incisivo y libre.

Las tres cuartillas de su arenga duraron apenas unas horas en la versión online de JR. El artículo fue secuestrado por los sagaces halcones de la ortodoxia, quienes conocen bien el peligro de una Nación que comienza a enterarse de todo aquello que le esconden.
Una copia del artículo “Contra los demonios de la información secuestrada” se puede leer aquí.

http://www.desdecuba.com/generaciony/




Juventud Rebelde subió ayer a su edición digital el artículo "Contra los demonios de la información secuestrada" firmado por José Alejandro Rodríguez. Apenas unas horas más tarde el artículo fue retirado del site del "Diario de la juventud cubana". Tampoco aparece en la edición impresa de hoy.
Lo reproduzco aquí por su extraordinario interés. Por el modus ponens y por la censura a que fue obligada la redacción de ese diario.

Contra los demonios de la información secuestrada
José Alejandro Rodríguez
pepe@juventudrebelde.cu
16 de Octubre del 2009 20:19:38 CDT

Voy a soñar, una vez más. Voy a imaginarme que nunca lo he meditado hasta el cansancio. Voy a creerme que vengo a estrenar un enfoque inusitado. Voy a convencerme de que vale la pena seguir bregando por esa preterida criatura llamada información, cautiva entre silencios y controles desmedidos.
La misión del periodista es informar; claro que también opinar, recrear la realidad, describir, narrar… pero antes que todo informar. Porque para desplegar todos los géneros, formas y discursos del periodismo, primero hay que estar informado… e informar.

La información es un deber del periodista y es un derecho del ciudadano, de ese sujeto histórico que ha sostenido esta Revolución, y que nunca como hoy necesita conocer el terreno que pisa y abona, en medio de múltiples complejidades. Nunca como hoy ese Liborio requiere definir y redefinir las coordenadas en que transita su vida. Nunca como hoy urge de la información para poder interactuar con la sociedad y participar en ella, como un sujeto activo, y no como un “pichón” –frase muy en boga por estos días- que espera le suministren su dosis exacta de la información desde arriba.
El problema, -y lo estamos viviendo en Juventud Rebelde- es que la información no escapa a la excesiva centralización de nuestra economía y de la sociedad en general, algo que para nada tiene que ser un fatídico componente genético del socialismo, como algunos creen; más bien lo entorpece en sus potencialidades democráticas. Bien arriba se decide muchas veces qué decir e informar, qué no decir de los grandes temas de la sociedad, aún cuando la terca vida transcurra allá abajo, con sus complejidades.

A estas alturas, da tristeza constatarlo, una ministra puede permitirse rechazar una solicitud de una periodista y cercenar el derecho a más información, asumiendo que ya fue a la Mesa Redonda a desempacarlo todo. O más bien todo lo que se quiere decir. La hiperbolización de la Mesa Redonda como el escenario de la información suprema, es un atentado a la necesaria versatilidad y variedad que distingue al buen periodismo. Esa «mesaredondización» es un aporte redondo a la burocratización del periodismo, con el debido respeto para los colegas de ese espacio, que no son los responsables del fenómeno.

Alguien –juro que no imagino quién es ese alguien- puede decidir que determinadas medidas en el escenario socioeconómico se pongan en práctica, sin una estrategia informacional dirigida hacia el sujeto histórico que las asumirá. Ejemplos sobran de cambios que se han registrado sin la necesaria información en nuestros medios: del proceso de solicitud y entrega de tierras en usufructo, algo que supuestamente dinamizará nuestra agricultura, hubo un instante, dos, tres… ha habido ¿o habrá todavía?, en que no se podía hablar ni apenas mencionar. Se me dijo en esta redacción que venía de arriba.

No se reflejó en los medios el rico proceso de debate promovido por Raúl hace dos años, expresión cimera de nuestra democracia socialista. Tampoco se puede hoy mencionar este último, en el cual militantes del Partido y revolucionarios más allá del carnet, debaten los problemas que aquejan a sus colectivos.

Se convoca a la prensa para que acompañe gregariamente la promoción de la Resolución sobre el pago por resultados del Ministerio del Trabajo y Seguridad Social. Este redactor se emociona con acariciar un rescate de la Ley de Distribución Socialista, que tanto se nos ha alejado: Entrevista al viceministro del MTSS, crea expectativas con aquello de que los que trabajen más y mejor podrán ganar y vivir mejor.

Al final, la aplicación de la Resolución aborta, los burócratas se resisten a complicarse en las normas y las formas de pago móviles. Es más fácil el igualitarismo, lo que te toca. Y nadie explica por qué el pago por rendimiento está obstaculizado en Cuba.

Un reportero, por indicación de sus directivos, acude al Ministerio de Economía y Planificación para que, ante la avalancha de rumores sobre la desaparición de los comedores obreros en la prensa extranjera, con sus enfoques cismáticos y tendenciosos en ciertos casos, ese ministerio confirme si es verdad, y lo fundamente, y si no es verdad lo rebata. El ministro delega en la viceministra, la viceministra le dice al reportero que debe consultarlo con el ministro...Ahí empieza el peloteo, hasta que la viceministra le confiesa al periodista que hay una experiencia en estudio, pero no se desea informar de eso «por ahora». A la semana, aparece en Granma un trabajo al respecto, y el reportero se siente engañado. ¿Será el concepto de la «mesaredondización» o la «granmatitis»? ¿Será que en Granma adquiere majestad suprema la información?

Ejemplos sobrarían, de cuántos funcionarios se abrogan el derecho a decidir qué se puede informar, después de mirar hacia arriba para recibir la extremaunción de la noticia ya muerta. Casi nadie se atreve a informar a la prensa y desplegar relaciones horizontales sin la venia de sus superiores. Y muchas veces la genuflexa cadena transita por varios niveles e instancias…hasta que la noticia ya está sepultada por la propia vida.
Es cierto que la información es un arma de doble filo, porque revela las luces, pero también los hoyos oscuros de la realidad. Pero la información es un bien público, y no podemos sustituirla por la oportuna información permitida, por la información virtual, por la información-propaganda o la información conveniente, la información con pinzas, o como quiera llamársele. La información es información.

En todo caso la información, con todos sus matices, con sus claroscuros, siempre nos hará más eficaces y revolucionarios, más concientes del momento histórico; más preclaros para discernir lo posible de lo imposible, y más participativos; porque todo –incluida la información- no se puede cocinar desde cenáculos. El cubano necesita mirar hacia el futuro, saber qué sucede, y no andar a tientas y a ciegas, a merced del mendrugo de información. El cubano necesita participar activamente, proponer y ser tenido en cuenta, sopesar entre el bien y el mal, para fortalecer su Revolución.


Claro que no hablaré de las culpas de los periodistas, unos más osados, otros más cansados y conformistas. En la medida en que persista este modelo de política informativa restrictivo y controlador, se fomentarán más los desencantos e hibernaciones entre nuestros profesionales.
Y sin información, sin participación del sujeto histórico, es imposible cimentar concientemente un socialismo más pleno y democrático.
Después de todo esto, no vamos a cortarnos las venas de la profesión. El periodista revolucionario tiene que seguir batallando aquí y allá. Si se te cierran las puertas, esa puede ser la noticia. Una alternativa ante la cerrazón es enfocar los fenómenos desde otras fuentes no tan institucionales y tan arriba, desde el pueblo que es el principal sostén de esta Revolución. Y hacerlo con compromiso y seriedad.

Juventud Rebelde ha ganado buen trecho y prestigio en esta pelea cubana contra los demonios de la información secuestrada. ¿Vamos a retroceder?

Ese es el desafío mayor para la nueva dirección de este periódico que aún no se sabe, pero que, en definitiva somos todos.

Publicado en: El Tono de la Voz | Actualizado 17/10/2009 15:56
http://www.cubaencuentro.com/jorge-ferrer/blogs/el-tono-de-la-voz/juventud-rebelde-y-la-informacion-secuestrada
carlos77
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